lunes, 6 de octubre de 2008

Grabación de Bajos

El bajo conforma la base de la producción, junto con la batería. Su particular sonido rico en frecuencias graves y subgraves rellenan lo que denominamos el ambiente musical (que puede imaginarse como el espacio sonoro), y, además, sostiene la columna rítmica. Las frecuencias graves son especialmente interesantes para la experimentación, y para prestarles mucha atención, ya que su naturaleza (comprendida a través de la física) hace que puedan trasmitirse a través de pisos, paredes, objetos vibrantes, porosos, huecos; estos sonidos se vuelven im-pres-cin-di-bles (fíjense que no hay casi producciones sin bajo) puesto que generan una sensación de relleno de espacios en la producción.
Ojo! Como en una producción masterizada a veces el oyente no suele diferenciar el bajo algunas personas tienden a minimizar su protagonismo e importancia. Pero es un error, pues si la pista de bajo es inestable, irregular, inconsistente, suele incidir negativamente en la base de la canción resultando en lo que en la jerga denominamos flan.

Cómo podemos grabar un bajo? Bueno, veamos las dos técnicas más empleadas.
  • Por línea: consiste en enchufar el instrumento hacia el sistema de grabación, aislándolo de todo ruido ambiental, pero dado que por sí solo no genera una señal suficientemente apta para la consola utilizamos cajas directas, para adecuar la intensidad de la señal y que ésta pueda ser capturada de la mejor manera. Lograremos un sonido totalmente limpio.
  • Por amplificador: bueno, esta forma resulta de conectar el bajo al amplificador de bajos y microfonarlo. Esto es colocar micrófonos frente a él, de diferentes formas (veremos más adelante cómo se puede hacer) para obtener diferentes tomas con, valga la redundancia, diferentes características. Así lograremos un sonido potente, enriquecido con armónicos producto del ambiente de grabación.
Para concluir con este instrumento diremos que lograr una buena producción del mismo dependerá del sonido que querramos obtener. Por lo general se utilizan estas dos técnicas en conjunto para enriquecer el sonido, y variando la mezcla de las diferentes tomas, llegar al sonido que mejor se adapte al objetivo de nuestra canción.

Consejo: microfonar con un micrófono condensador a 45 cm del eje del amplificador, otro micrófono dinámico a 5 cm inclinado, otro micrófono dinámico a 12 cm en línea con el eje y utilizar una línea directa. Mezclar estas pistas hasta obtener un sonido sólido y experimentar para conocer y comprender el comportamiento de las frecuencias graves que el bajo emite y los armónicos que resultan del ambiente.

Idea: En vez de aplicar efectos a la mezcla que resultará ser la pista final de bajo, aplicar efectos a las diferentes capas del bajo.