lunes, 4 de mayo de 2009

La voz

La voz es el instrumento más importante de todos nuestros proyectos. Y para que sepan, es la parte más complicada de trabajar.
La importancia radica en que es el instrumento que primero se identifica, porque el oído tiene atracción por los sonidos humanos, porque se acostumbra que esté en el frente de la canción, y sobre todo, porque nos está relatando de qué se trata el tema mientras transmite las emociones propias del mismo.
Justamente por eso se vuelve complicada, y por ello hay de dedicarle mucho tiempo. No se trata simplemente de enceder el micrófono y grabar.
La voz no se puede afinar por medios que no sean propios del intérprete, así que la ejecución dependerá del cantante; nosotros nos limitaremos a brindarle todo lo que esté a nuestro alcance para que se sienta cómodo y pueda dar lo mejor de sí.
El ambiente donde se grabe debe estar en calma, sin gente alrededor que pueda inhibir al intérprete; éste debe relajarse, con algunos ejercicios previos tal vez, o quizás unos minutos a solas. Es importante poder facilitarle unos auriculares adecuados, donde la señal que reciba no esté ni muy fuerte ni muy débil, de manera que pueda oírse con claridad, tanto la canción, como su propia voz. Suelen eliminarse de las pistas guías todo tipo de melodías y sonidos que puedan producirle un desliz, o hasta hacerlo perder. A veces también suelen motivarse si al monitoreo le agregamos un efecto simple, como un reverb, chorus o delay, algun eq apropiado, o hasta alguna pequeña distorsión. El ambiente tanto físico como sonoro es un factor clave.
Un detalle que a veces suelen olvidar los cantantes es que la canción es una forma de expresión, y por ello es necesario que comprendan que habrá pasajes donde el tono y el timbre jugarán roles clave. Para detectar esto se aconseja que el cantante, en la etapa de preproducción nos enseñe la canción a capella, sin música. Por supuesto, nuestra obligación será tener ejemplos a mano para mostrarle cómo los artistas utilizan estos recursos.
Por lo general, las voces se graban utilizando micrófonos de condensador, para capturar todo el brillo y claridad. Según el lugar donde se grabe se seleccionará el patrón polar más adecuado. Por ejemplo, en habitaciones poco aptas, donde la acústica nos juegue en contra, el ideal es el cardioide, para evitar que se cuelen sonidos reflejados o provenientes de otras direcciones. Ahora, si la acústica de la sala es buena, sería interesante hacer la captura con un patrón de 8 o un omnidireccional. Cuando se trate de tomas en lugares demasiado reflexivos, con inconvenientes acústicos serios, la mejor opción será un micrófono unidireccional. La forma más usual para saber cuál se adapta mejor a nuestras necesidades consiste en el mecanismo de prueba y error. Grabar, escuchar, y luego tomar una decisión.
No hay que olvidar que grabar no es lo mismo que cantar en vivo, por lo que se deben tener cuidados tales como la distancia a la cápsula del micrófono (debe ser aproximadamente la longitud de nuestra mano con los dedos extendidos, y el micrófono nivelado a la altura de la nariz). La utilización de filtros antipopeo es importante en estos casos, pues además, lo protege de golpes y salivaciones involuntarias.
Al momento de grabar se tienen que tomar viarias muestras y seleccionar la mejor, o dividir en partes cada captura para luego mezclarlas. El volumen de canto no debe ser tan alto como para que la voz distorsione o para que el cantante se canse y hasta lastime su garganta.
Una vez superado este paso lo que sigue es el pulido de este diamante en bruto.
Tras determinar qué tomas utilizar, es imporante comenzar a eliminar los silencios que se producen dentro de la canción, donde por lo general suele colarse un ruido, silbido, etc. Para esto utilizaremos el efecto llamado gate (compuerta), el cual sirve para recorrer la pista de la voz y encontrar los sonidos que no lleguen al umbral de decibeles con el que trabajaremos, para luego eliminarlos.
Para lograr una buena terminación en el trabajo con la voz, hay que acercarse a los programas que hoy están usándose en los mejores estudios del mundo. Por ejemplo: Antares Autotune, Celemony Melodyne, para ajustar las variaciones de la voz, afinarla y hasta procesarla con efectos. Con cuidado, obviamente, porque un uso excesivo de estos programas harán que nuestro proyecto pierda calidad.
En una próxima entrega veremos qué efectos deben usarse casi de manera obligatoria y cuáles poseen características interesantes como para utilizar de manera rápida.